miércoles, 4 de julio de 2012


Por qué el trabajo en equipo es mucho más productivo y mejor?




La productividad se incrementa mediante el esfuerzo colectivo, los aportes individuales, el enriquecimiento mutuo, la mejora de capacidades para las relaciones humanas, las metas comunes, la valoración continua de los progresos y la colaboración para lograr los medios para lograrlos.

Cada ser humano aporta sus sentimientos, vivencias y experiencia previa, de los que se enriquecen los demás. El compartirlos para obtener una visión de lo que se quiere lograr a través del trabajo en común facilita enormemente la identificación y redacción de sus objetivos y metas, bases fundamentales del accionar del equipo.

Tanto la dinámica del grupo, como las características personales de cada uno de sus integrantes, determina que no exista un “líder absoluto” (o natural, como suele decirse), sino que cada miembro, en determinado momento, deba cumplir el rol de liderazgo, e incluso que existan ocasiones en las que hay más de un líder. Es necesario estar preparado para asumir esta responsabilidad, optando por una actitud positiva y abierta al aprendizaje continuo.

Nadie nace sabiendo, y, como todo en la vida, a trabajar en equipo se debe aprender. Si existe interés, se aprende con facilidad, unificando información, aplicación de determinadas técnicas, razonamiento, experiencia y esfuerzos. La dinámica de un equipo serio determina un aprendizaje continuo que incrementa constantemente su rendimiento.

lunes, 25 de junio de 2012

                                                                       
Seria genial un liderazgo…….

Donde me impulsaran hacer las cosas con ganas. El líder organiza recursos y canaliza el potencial de las personas. El liderazgo requiere inteligencia racional para la planificación de tareas e inteligencia emocional para la conducción del grupo humano. La transcendencia en el liderazgo esta dada por una actitud, una preocupación del líder mas allá de su contexto de acción de su área de influencia. Es sentirse integrador y a su vez un pequeño  integrante. El liderazgo es un proceso de influencia en las actividades de individuos o grupos, para el logro de metas comunes. Lideres flexibles a las necesidades humanas.

viernes, 15 de junio de 2012


Las Voces del Silencio


Comunicarse es abrir el alma. Con frecuencia, hablamos y hablamos pero no nos comunicamos. Hablamos y las palabras son trampas con las que nos ocultamos. Palabras devaluadas, como moneda gastadas sin valor, que corre de mano en mano. Es el lenguaje de lo comercial, lo político, y hasta lo afectivo: palabras, palabras, palabras, sin alma, sin verdad. Palabras para atrapar, para seducir, para engañar, para dominar…… Por eso palabras como lo juro, lo prometo, te amo y cuenta conmigo encierra con frecuencia la mentira, la traición, el abandono, la soledad…..

La tecnología moderna ha hecho mas importante el medio que el mensaje Ni los celulares, ni el fax, ni el correo electrónico nos han ayudado a comunicarnos mejor. Necesitamos comunicarnos cuando estamos lejos, pero  veces cuando estamos juntos o cerca no lo hacemos. Ni yo ni mi contraparte…No es lo mismo hablar que decir.. A veces hablo mucho pero no digo nada, por otro lado he notado que otras personas  expresan grandes sentimientos e ideas, a veces hablo pero raramente comunico mis miedos, angustias e ilusiones. Típico, viven extraños en la misma casa, en la misma cama, repitiendo rituales vacíos, escuchando en silencio el televisor, el personaje más IMPORTANTE DE LA FAMILIA.
Si quiero aprender a comunicarme con el entorno, con las personas y con mis hijos debo aprender a escucharlos, escuchar sus silencios, los dolores de su alma, los gritos de sus inseguridades y miedos , escuchar lo que se expresa y lo que no se expresa, lo que dicen lo que callan, lo intangible………Una vez escuche que la palabra construye realidad! Una palabra o una frase, un gesto, pueden influir sobremanera en el crecimiento o en el estancamiento  de los procesos de desarrollo de cada persona de mi misma.

Con Frecuencia!

Hoy despierto pensando en todo aquello que me colapsa y que siento que debo ponerme alas para alzar el vuelo, y al final del dia me doy cuenta que las horas no me alcanza para solucionar todo a la misma vez, caigo en cuenta que vivimos ansioso de vivir el futuro, agotados en planes y más planes, somos incapaces de vivir el presente que es lo único que tenemos. El afán de la eficiencia, de amontonar dinero, de sobresalir y llamar la atención, nos impide disfrutar la vida. Vivimos siempre en función de mañana, del futuro, posponiendo la intensidad del momento. Queremos que los niños crezcan pronto y, cuando son jóvenes les obligamos a actuar como adultos.  Nos las pasamos haciendo planes y posponiendo el gozo pleno del momento presente: cuando me gradué, cuando tenga casa, cuando haga esto, cuando haga lo otro!!!!!!! En definitiva, siento que la vida se nos escapa sin empezar a vivirla.
Vivir y disfrutar el presente. Esto no es irresponsabilidad. Todo lo contrario: Nada recogere en el futuro que no haya sembrado en el presente, ira siendo pleno mi futuro. Buscar la plenitud en todo lo que hago. No  ser un eterno campeón de la fuga. Vivir intensamente cada día,  proponiéndome que nada ni nadie me va a preocupar, ni va a empeñar mi alegría. Si surge algún problema o la angustia me lanza sus destelladas, le dire que durante el día de hoy, no va a lograr su cometido, no le voy hacer caso.
Los antiguos Romanos eran sumamente prácticos y tenían dos lemas que repetían continuamente: Carpe diem, que significa aprovecha o vive el día presente y age quod agis, es decir, haz bien lo que tienes que hacer, sin distraerte en otras cosas.

Seria genial levantarme en focada en vivir el día en total gozo y plenitud de ser un regalo para todos los que voy a encontrar en el camino. Brindar mi mejor sonrisa, una palabra de aliento aunque sea yo la que necesite, un saludo cariñoso.

jueves, 14 de junio de 2012


                                             Hablar = Comunicacion?



Habla solo lo positivo de los demás para que se sientan aceptados, valorados, respetados. Palabras que animan, que siembran confianza, que tumban prejuicios y barreras, que calientan corazones. Las palabras pueden herir o animar, desanimar o entusiasmar, ser látigo o caricia. Combate las ideas preconcebidas, borra los prejuicios, limpia las mentes. No  juzgo a los demás sino quiero ser juzgado.

Urge una educación que recupere la palabra como comunicación del respeto, la amistad, la verdad. Hoy se miente mucho y sin el menor pudor. La publicidad y la retórica de los politiqueros  han hecho de la mentira la clave de su éxito, siento que vivo atrapada en un mundo de las palabras huecas. Por ello, es urgente devolverle a la palabra  su valor, que sea expresión de vida, compromiso.

Realmente pienso que evitar las palabras que hieran, combate la fuerza con que se dirige la cultura del grito, la ofensa y el chisme y estoy segura que es muy difícil sanar un alma herida por el maltrato, que reparar el nombre de una persona por causa del chisme y la mentira.



Carolina López

miércoles, 13 de junio de 2012

Cuanto nos esforzamos ?


Las cosas que merecen la pena cuestan. A veces, queremos volar, levantarnos de nuestras rutinas, procurar metas de excelencia, pero desistimos ante los esfuerzos y sacrificios que exigen. Los grandes hombres, todos los que han sobresalido en lo político, en lo científico, en lo cultural, en la santidad, lo hicieron porque quisieron con radicalidad algo y comprometieron sus vidas a lograrlo, sin importar lo que costara, ni los esfuerzos y sacrificios que implicaran. Nosotros no queremos nada enserio, con radicalidad. Por eso, somos tan mediocres en todo. Querríamos que se nos dieran las cosas pero sin esforzarnos de veras. Desistimos ante la primera dificultad. Nos faltan garras. Nos gustaría volar, pero no estamos dispuestos a juzgarnos la vida en esta empresa.

La Cultura light de nuestro tiempo rehúye al sacrificio, el esfuerzo, el vencimiento y ofrece a los jóvenes las promesas de una plenitud vana y hueca, mediante la satisfacción de todos sus caprichos, que renueva permanentemente para tener atrapado nuestro corazón y para que permanezca inalterable el afán de comprar y consumir. De ahí la necesidad de una educación que se oriente a formar la voluntad, el coraje, la responsabilidad, la constancia que combata el egoísmo, que cincele corazones fuertes y generosos. Querer a los alumnos implica ayudarle a ser mejor, a levantarse de sus rutinas, del consumismo ramplón, de la vida sin pasión y sin sentido. Educar es guiar a los alumnos siempre hacia nuevas y más difíciles cumbres para que sean capaces de volar, de levantarse de sus rutinas y caprichos que los atenazan contra el suelo, de vivir a plenitud, de ser genuinos ganadores.

Los jóvenes tenemos que comprender que el estudio supone esfuerzo, vencimiento, superación. La televisión nos vuelve pasivos, incapaces de asumir la responsabilidad de un aprendizaje autónomo y personal que implica vencimiento, voluntad, coraje.