Las Voces del Silencio
Comunicarse
es abrir el alma. Con frecuencia, hablamos y hablamos pero no nos comunicamos. Hablamos
y las palabras son trampas con las que nos ocultamos. Palabras devaluadas, como
moneda gastadas sin valor, que corre de mano en mano. Es el lenguaje de lo
comercial, lo político, y hasta lo afectivo: palabras, palabras, palabras, sin
alma, sin verdad. Palabras para atrapar, para seducir, para engañar, para
dominar…… Por eso palabras como lo juro, lo prometo, te amo y cuenta conmigo
encierra con frecuencia la mentira, la traición, el abandono, la soledad…..
La
tecnología moderna ha hecho mas importante el medio que el mensaje Ni los
celulares, ni el fax, ni el correo electrónico nos han ayudado a comunicarnos
mejor. Necesitamos comunicarnos cuando estamos lejos, pero veces cuando estamos juntos o cerca no lo hacemos.
Ni yo ni mi contraparte…No es lo mismo hablar que decir.. A veces hablo mucho
pero no digo nada, por otro lado he notado que otras personas expresan grandes sentimientos e ideas, a
veces hablo pero raramente comunico mis miedos, angustias e ilusiones. Típico,
viven extraños en la misma casa, en la misma cama, repitiendo rituales vacíos,
escuchando en silencio el televisor, el personaje más IMPORTANTE DE LA FAMILIA.
Si quiero
aprender a comunicarme con el entorno, con las personas y con mis hijos debo
aprender a escucharlos, escuchar sus silencios, los dolores de su alma, los
gritos de sus inseguridades y miedos , escuchar lo que se expresa y lo que no
se expresa, lo que dicen lo que callan, lo intangible………Una vez escuche que la
palabra construye realidad! Una palabra o una frase, un gesto, pueden influir
sobremanera en el crecimiento o en el estancamiento de los procesos de desarrollo de cada persona
de mi misma.